Tuesday, December 26, 2006

Una Navidad para Qponm

Aún cuando, ya en el auto, me sorprendió demostrando que recordaba exactamente los pormenores del año pasado, para mi no dejaba de ser la primera navidad de Qponm, por lo menos la primera Navidad completa de Qponm. Sin medias tintas, sin respetos desmedidos. Estaba mas que decidido desde hacia unos días. Iba a ser como zambullirse de cabeza en una pileta llena de bolas brillantes de colores.

- Como se llama?
- Qponm.
- De que origen es el nombre?
- Esquimal.
- Ahhhh hay una chica esquimal por ahi que está embarazada y no sabe que nombre ponerle a su hijo y medio que esta por parir ya y a mi me pone muy nerviosa que...

Si, estaba en el lugar correcto. Open Xmas. Los esquimales nos habían tratado como cristianos y ni nos habían saludado y los cristianos nos habían tratado como cristianos y no nos habían invitado, De hecho preferían que no fuéramos. Tio B. había demostrado otra vez que está a años luz de todos y había logrado lo que parecía imposible seguramente porque se rodea de gente que sabe de que esta hecho.

El resto fue una sorpresa tras otra. Una casa de esas de jardín para chicos en el fondo, calesita, una pile, juguetes de nenas (Qponm los adora, seguramente porque no puede jugar con ellos), Santa en persona, regalos de compromiso y de pronto el ansiado barco pirata, un Buzz que habla y dispara rayos láser y un dinosaurio horriblemente simpático que gritaba como un desaforado y que fue mostrado a todos los presentes uno por uno, los cuales, me pareció a mi, demostraban un genuino interés por el juguete.
No hubo tiempo de emocionarse. La imagen de Qponm armando el barco de sus sueños con millones de fuegos artificiales reventandole detrás de su cabeza se queda en mi cerebro extenuado de estos últimos cinco meses, o de este ultimo año, o de estos últimos años, o cuando sea que esto haya empezado.

Mi abogada me dice: Vos estas enojado.
No, para nada, Cada minuto está ganado a favor del pequeño Q. Aún no sabe donde encontrar el eco. Pero el eco esta allí, solo le queda entender hacia donde debe apuntar la voz.

A las dos de la mañana Qponm seguía empujando su barco por toda la casa. El resto de los niños dormía hacia rato. A mi solo me quedaba llevarlo dormido a casa y esperar algunos años.

Cinpipes

.- Vos te vas a casar con mami?
.- Yo ya me case con mami.
.- Con fiesta?
.- Si, hubo una fiesta
.- Yo quiero que te cases con una princesa. y vas a tener un caballo y vas a ser un príncipe. (cínpipe)
.- Gracias. Y vos que vas a ser? (hacer)
.- Nada, yo me voy a quedar en casa con R.
.- No, si yo llego a ser un príncipe, vos te venís conmigo.

Thursday, December 14, 2006

Qponm of the Jungle

39.5
El sábado Qponm voló de fiebre, se despertó comportándose como un alucinado y hablando a a una velocidad increíble. Miré a mi madre con los ojos como platos y le dije en tono de "esto no es una consulta"
- El auto. Vamos a la guardia. Ya.
10 ml de Ibupirac y solo recuerdo al gordo sentado sobre mis piernas, el auto frenando en el hospital y a Qponm protestando porque tardaban mas de cinco minutos en atendernos.

-Anginas.- Dijo la doctora cuando finalmente logramos inmovilizar al salvaje que a los gritos partía a mordiscones el palito de madera y escupía los pedazos ladeando la cabeza. Ok, el sueño de verlo otra vez corriendo en patas y con los pelos al viento sobre la playa extensísima se había desvanecido. Tenia en mis manos a un niño que volaba de fiebre casi todo el tiempo, me miraba con sus pupilas dilatadas y en los momentos en que la fiebre le bajaba me palmeaba la espalda y me acariciaba la cabeza como compadeciéndome.

Así pasamos cuatro días, la fiebre fue mas baja a medida que iban pasando, pero la sola idea de encontrarme en medio de la ruta, de noche y con Qponm haciendo acrobacias con su temperatura corporal me hacia, cada vez, esperar hasta el siguiente para volver. Y eso que tenia el invalorable apoyo del Dr. Doyle al que llamé el sábado a la noche y le dije:
- Estoy solo en esto, necesito apoyo...
- Logístico.- contestó.
A partir de ahí lo llamé una vez al día con preguntas muy precisas acerca de la medicación y con la curva de fiebre diaria, preguntandole por que el antibiotico aún no hacia efecto.

Salimos apenas alguna mañana y alguna tarde aprovechando el cruce de antipiréticos que lo dejaba en estado controlado un par de horas. Pero parecía un pollito mojado y se agotaba de nada. Compramos Barney en la playa. Armamos el árbol. Hicimos asado. En algún momento sugirió comprar malvaviscos. Solo faltaba la nieve, el frío y algo de blanco azulado en el exterior en lugar de esa calurosa mezcla de amarillo, celeste y verde que nos rodeaba.

Cuando volvíamos el martes a la mañana con todas la ventanillas abiertas, 20 botellas de agua mineral y termómetros y medicamentos varios fue que finalmente lo vi. De pie en el asiento de plástico del comedor de la YPF, con los pelos todos parados de dos horas de viento, sucio de tierra, agua y mocos, comiendo un sandwich de miga con las dos manos con una voracidad renovada. Qponm de la selva. Casi como lo había deseado. Volvi a darle distancia y caminamos uno al lado del otro de regreso al auto donde terminó su helado de frutilla con mi gorra NIke clavada hasta la nariz.

Nanook

PD: De regreso nos esperaba una harpía berreta con una estrategia sucia y pueril, cocinada bajo el sol del tigre. Pero eso es otra historia.

Monday, December 04, 2006


Habíamos terminado el domingo a la noche en lo que quedo de un tradicional cine infantil en la calle Corrientes solos en medio de la sala mirando una película que él había visto pero yo no. La película la había elegido él. Habíamos terminado ahí porque de alguna manera hay que hacerle entender algunas cosas a su madre y me remordía la conciencia porque no quería, de ninguna manera, que Qponm pagara el mínimo precio por ello.
La película era complicada, sin gracia, pretenciosa y cruenta para su edad. Pero él no se movía de arriba mío. Hasta que de pronto dijo:
- Esta película no me gusta.
- A mi tampoco.
Así que salimos de la sala desierta al pasillo desierto y quedamos enfrentados a otra serie de puertas vaivén de otra sala.
- A ver que peli hay ahí?
Recorrimos todas la salas quedándonos un ratito en cada una, si el momento de la película no nos gustaba simplemente nos íbamos a ver otro pedazo de otra. Vimos algo de Garfield 2 proyectado para nadie, la parte de los coyotes de La Granja, un diálogo mal doblado de Piratas del Caribe, AntBully, las cabinas de proyección y una calesita que nunca vimos andar. Hubiésemos preferido que hubiera gente, pero el paseo no estuvo mal. De todas maneras, y para no quedarnos con las ganas, nos alquilamos dos pelis en el video y nos tiramos a verlas con nuestros helados de Winnie Pooh.

Saturday, December 02, 2006

La herencia italiana

Llegué furioso al trabajo con Qponm dormido en mis brazos. Furioso porque su madre nos había dejado en banda otra vez y nunca había llegado, ni a la hora que dijo que iba a llegar , ni después, ni nunca. Furioso porque todos mis esfuerzos por darle una vida seminormal al niño son inútiles si tengo que cargarlo en el auto cuando se cae de sueño y depertarlo cinco minutos despues para meterlo en un ambiente de locos en el que no deberia estar. Furioso porque el Sr. Sociocapitalista no terminaba de entender que mi situación es otra y que ya ni puedo ni quiero seguir soportando el pelotudeo de: te digo que si en privado y después le digo que no al Sr. Administración y te hago venir 50 veces de las que te atenderé solo 3 en donde volveré a decirte que si, o te diré que no, o te diré que tengo problemas o te diré cualquier cosa. El Sr. Sociocapitalista había sido notificado hace ya tres meses de como venia la mano. Así que, así como estaba, completamente empapado de sudor, escupiendo el final de mi bronquitis, cargado con un bolso, una bolsa con juguetes y Qponm dormido en brazos en brazos, entre a su oficina sin previo aviso.
- Que es esto?
- Esto es mi situación actual- dije, a punto de saltarle al cuello.
- Ya hable con Administración! - gritó levantando ambas manos con las palmas vueltas hacia mi.
Pegué media vuelta y salí sin decir palabra mientras no escuchaba su explicación improvisada.

Una hora mas tarde definía el tema con el Sr. Administración mientras Qponm, ya despierto, destruía concienzudamente su persiana americana.
- Se pone molesto cuando no duerme la siesta.
- Es que el me dijo que era para el mes que viene.
- No, es para este mes.
Qponm había abandonado la cortina dejándola en un estado tal que no sabias por donde empezar a enderezarla y había elegido un reloj con sopapitas y lo pegaba y despegaba del plasma de 42 pulgadas que el Sr. Administración tiene en su oficina, quien sabe para que.
- Mirá, Papi, lo pegué en la tele! Lo pegué! Mira, lo pegué!
- Esto es magnético? -pregunto yo despegándolo y volviéndolo a pegar. - Ah, no tiene unas sopapas! Muy bien, Qponm!
El Sr. Administración también se rindió a nuestros encantos. A veces somos imbatibles.