Monday, April 30, 2007

NAOQAN

Para los que no se dieron por enterados. La historia sigue en otro lugar.
AQUI

Thursday, April 26, 2007

La banda de sonido

Para los creditos de Crimo



Modo de empleo: Disparan la musica y a continuación abren el comment de Crimo del post anterior y lo leen despaciiiitooo.

Monday, April 23, 2007

Home

Finalmente lo logramos. Es como vivir en la copa de los arboles. Esos arboles que terminan dos pisos mas arriba. O uno. Y que baten sus hojas los dias que hay ese viento. Pisos de madera. Acolchados calentitos. Fue una odisea conseguirlo pero lo armamos juntos. En cuanto firmé nos internamos dias y dias en distintos supermercados y tiramos millones de cosas en varios carritos. Muchas de esas cosas fueron color naranja, o ladrillo, o lacre. A veces azules (si las elegia Qponm) o verde manzana (si yo trataba de equilibrar la paleta) o tierras. Sabanas de Mickey si las elegia él. A Rayas de colores si las elegia yo. Agarraderas. Delantales de cocina (tres!). Cubiertos. Vasos de distintas formas y colores. Muchos almohadones. Fue como pintar un enorme cuadro guiados solo por la intuicion. Corrigiendo a cada paso. Sintiendo como cada cosa iba encontrando su lugar. Escuchando las expresiones de admiracion de la gente a la distancia mientras estabamos en otro mundo. Muchos pasos adelante. Contando las cosas que nos faltaban. Fue como avanzar por un lugar desconocido diciendo: "Es por aqui". Como si en algún momento el tiempo exterior que nos acompañaba se hubiera terminado y luego de un salto enorme hubieramos aterrizado aqui. Ambos lo sabemos.

Estamos en casa.

I don't back down

Entre las cosas que heredé de mi abuela se encuentra un diario escrito por su esposo, mi abuelo, en los años en que noviaban. Cuenta las historia familiar que ella era hija de un coronel en esos años en actividad que había tenido sólo cinco hijas mujeres, las cuales iban a bailar al circulo militar con los cadetes. El era poeta, no tenia la mas mínima posibilidad. Pero por alguna extraña razón la frecuentaba y ella se dejaba frecuentar. Vaya a saber cuales eran los motivos por los cuales una chica que podía tener sino al cadete que quisiera, al menos un proyecto de oficial, se dejaba frecuentar por un poeta de barrio. El estaba perdidamente enamorado y no podía hacer otra cosa que avanzar un paso en la relación. Sabia de antemano cual iba a ser la respuesta en el momento que hablara con ella pero era mas fuerte que el y no veía otra posibilidad. Lo que el pensaba esta escrito en le diario hasta el momento en que está a punto de declararsele. La pagina siguiente, que no es la ultima porque la historia sigue, está cuidadosamente recortada casi a ras de la costura del encuadernado. Siempre me gustó jugar con la idea de que él o ella, por motivos diferentes, la habían censurado. O, tal vez, por el mismo motivo, dado que terminaron juntos.
En este ultimo tiempo, sin embargo, empece a pensar de otra manera. Probablemente la hoja no se tratara del momento inmediatamente posterior a la declaración. Simplemente porque en los momentos cruciales no se escribe. Porque escribir es estar de espaldas a la acción, mirando hacia el relato. Y cuando se actúa, solo se actúa.

El cumpleaños de Qponm no fue lo que esperaba. Por mas que esfuerzo que hice. Por mas que traje la obra favorita de teatro de Qponm. Por mas torta del Ciclón y que todos los amigos que tenían que estar estuvieran, una sorpresa nos esperaba a la vuelta de la esquina. Literalmente.
La perrada suprema de la madre del niño que lo separó de su hermano el día de su cumpleaños nos marcó un camino y nos hizo entender de un golpe de que venia la cosa. Mas, incluso, que las dos cartas documento que me mandó, la segunda de las cuales estuvo dos días apoyada en una ventana sin que yo la registrara. Hora de hacer rancho aparte.

Creo que ambos aprendimos mucho ese día. Por mi parte decidí cerrar una parte de la historia, sin resolverla en su totalidad. Para salvar lo que teníamos hasta ese entonces. Y que aún seguimos teniendo. Y que ya nadie nos quita.

Arrastraremos el resto. O lo llevaremos como podamos. O lo resolveremos mas adelante.

Canturreé el tema de Tom Petty (en la versión de Johnny Cash) como quien prepara un atentado sin demostrar un ápice de sensibilidad en ninguno de mis actos. Incluso en el momento de la firma. Incluso el día antes, cuando la contraparte se enteró que no me iba a ir el día que el acuerdo lo indicaba y que tampoco me importaba perder dinero. Hice las cosas lo mejor y mas cuidadosamente posible para Qponm y para mi.

Embalé en 24 horas, mandé el flete con Crimo de vanguardia y me fui con Qponm. Literalmente.

El resto corresponde a lo anecdótico.

Si. Estamos mejor.

Cuando estamos juntos.

Monday, March 19, 2007

Anochecer de una dia agitado

- Buaaaaah.
- Buaaah.
- Buaaaah.
- Buaaaaaah.
- Buaaah.
- Buaaah.
- Buaaaaah.
- Buaah.
- Buaaaah.
- Buaah.
- Bueno, entonces yo soy un perro. Guau!
- Buaaaah.
- Guau! Guau!
- Buah.
- Guau!

Tuesday, March 06, 2007

Fit, Fat, Feic y Flank


Esos nombres les puso a los cuatro juguetes con los que nos disponiamos a jugar. Imposible pasar de la primera frase.

Thursday, March 01, 2007

Cuatro por Cuatro (futuropost de Criminal)

A veces parece que hicieron lo peor, ya lo sé. Supongo que a tu edad es normal pensar eso. A los 16 años uno no tiene ganas de que le hinchen las pelotas con la cantinela de "hicimos lo mejor que pudimos, lo que nos salió". Yo tenía tu edad cuando lo conocí a tu viejo, y bastantes más cuando conocí a tu madre.
De ella no puedo decirte mucho; a veces tengo la sensación de que nunca supe cómo era en realidad. Por ahí vos no te acordás mucho, pero un poco antes de que cumplieras cuatro años se volvió medio loca de verdad... Pero de tu viejo podría hablarte horas enteras, y créeme, me consta que hizo lo imposible para que las cosas fueran de otra forma y nadie saliera lastimado. Y creo que, considerando que era el único interesado en reducir los daños al mínimo, no lo hizo nada mal. Ya sé, a vos te parece un viejo boludo que se equivocó mal, pero eso es normal. Lo raro sería que no pensaras así. Y tampoco voy a ser yo el que te diga eso de "ya vas a entender cuando seas mayor". Pero insisto: el hecho de que vos estés acá, de que existas, es la prueba fehaciente de que alguna vez algo funcionó, aunque sea por un tiempo. No seas tan duro ni con él ni con vos. Ninguno de ustedes dos se lo merece. Tu viejo menos que nadie. ¿Tomamos otra cerveza?... Sí, tengo tiempo, mi avión no sale hasta dentro de una hora... Hey... Qponm... feliz cumple.

Friday, February 16, 2007

Valentine's Day


Cuando lo dejé para ir a la reunión con los abogados le prometí que lo veía a la tarde. Acababa de almorzar con él alguna pavada pero me había asegurado que el comiera y había luchado ya con el "quiero ir con vos" diario. De alguna manera, me alegré que ese día yo me estuviese yendo antes que ella. Qponm ya esta acostumbrado a que su madre no tiene miramientos a la hora de irse. Atravesé la ciudad dentro de mi auto sin aire acondicionado, al rayo del sol, mientras pensaba en la fecha. Tenia el problema de evitar que la madre de Qponm sumida en una soberbia incomprensible para mi dispara las acciones legales dañando a mi hijo pero por otro lado no podía ceder un palmo.
No es este el lugar para hablar de la reunión. Solo decir que fue una de las mas ásperas que he tenido en mi vida. Salí en un estado lamentable pero entero, harto del pelotudeo y con un único pensamiento: Salvar a Qponm.
No recuerdo haber abierto la puerta con mucho ruido. Qponm dormía la siesta y se despertó mirandome con ojos desorbitados. Lo abracé un rato hasta que supe que estaba despierto y le pregunte si quería ir a tomar un helado.
Mientras estábamos en la heladería una nena hablaba de un pelotero y Qponm empezó automáticamente a sugerir ir a un pelotero. No era hora de comer, asi que MCD estaba descartado, pero me salto la ficha y me acorde de un lugar de juegos que tiene un pelotero enorme, que es un enorme pelotero donde Qponm juega cada tanto desde que aprendió a caminar.
Después de tirar como desesperados una cantidad interminable de pelotas de plástico a tachos, botellas, aros y latas, finalmente nos animamos a entrar en el espacio alfombrado de juegos. Yo seguía siendo un manojo de nervios. Tenia una contractura que no me permitía enderezarme. Sabia cual era la solución. Saltar junto con el como dos locos en el inflable. Lo habíamos hecho el sábado anterior y había sido mágico. No había manera, seis pares de ojos con uniformes rojos vigilaban todo el patio. Ok, a seguir soportando entonces. Qponm saltaba agarrado de la red del costado gritando: Mirá papi que alto. Yo lo incentivaba a hacerlo sin agarrarse. Finalmente lo encontramos. El exquisito PELOTERO. Allí nos tiramos los dos y enterrados entre las pelotas d colores volví en mi. Creo que me zambullí, nade, me enterré hasta que no se me viera nada, nada del cuerpo. Cuando salí de allí, era un hombre nuevo. Entonces Qponm me llevo a pasear en su auto, a su casa. Me dio de comer salchichas con queso, jugo de naranja y un helado e frutilla. Hablamos por TE, no recuerdo con quien.
Cuando salimos lo invite a comer comida de verdad en un lugar con espacio para chicos donde encontró un disfraz de superman vestido así voló caminando con el puño extendido por todo el restaurante. por entre las mesas con parejas mas o menos enamoradas. Lamenté no tener batería en el celular cuando vi a ese superman de rulos rubios comer fideos delante mío.
Terminamos, recorriendo kioscos en busca del Kinder perdido. Completamente felices. Sintiendonos inseparables

Friday, February 09, 2007

Wednesday, February 07, 2007

La polaca de los pantalones rayados

La polaca es así. No puede entender porque le agradezco. Para ella es como un hijo suyo, pienso yo, pero ella insiste que ella trata así a sus sobrinos. Yo nunca la había visto. En realidad, nunca la había visto. Y la conozco desde que tenia tres años. Desde que yo tenia tres años. Ella tenia dos. Lo único que se, ahora, es que saliendo con su marido, estando sus hijos dormidos, lo mira a Qponm y le dice:
- Yo voy a salir con D. y voy a volver cuando Uds. estén dormidos.
Yo me pregunto si ese Uds. me incluye y si no será que el fondo, los dos le damos ternura. Pero ella lo mira a Qponm y él asiente con la cabeza.
Hay algo de verdad en esa relación, hay algo ahí que mi hijo necesita y que ella le da naturalmente.
Yo solo le agradezco y, en todo caso, trataré de que Qponm este cerca de ella cuando pase repartiendo eso que no la creí capaz de repartir.

Qponm dice:

Yo me escapé de la panza de mi mamá.

Thursday, January 25, 2007

Qponm dice:

Dios no tiene auto.

Saturday, January 20, 2007

Cara de pelo

- Hola, cara de pelo.
- Cara de pelo?
- Pelo (en la cabeza), pelo (la barba), pelo (las cejas), yo tambien tengo pelo en los ojos (sus propias cejas)
- Aha, es cierto. Cejas se llaman. Vos tambien sos cara de pelo?
- Vos sos cara de pelo, cara de... barco, cara de... arbol, cara de... balcon, cara de pi..criu, cara de

Un dia casi perfecto

La respiración de Qpomn se entrecorta sobre el agua fría de la pileta de donde solo asoman nuestras cabezas aunque él está en puntas de pie y yo floto inclinado de espaldas. Apenas hace un rato a dejado de temer ahogarse y juega a que visita el zoológico y el borde de la pileta es una gran cerca detrás de la cual hay jirafas elefantes y cebras, y no conejos, faisanes, gallinas, gansos, ovejas, perales, ciruelos, rosales y todo ese fantástico mundo del que ha disfrutado durante todo el día con un entusiasmo que no ha dejado de asombrarnos a todos y que se guarda en mi memoria como frases cortas.
Qponm vuelve trayendo una pera escondida en su mano.
Qponm corre entre medio de unos gansos imitándolos.
Qponm vuelve trayendo otra pera escondida en su mano.
Qponm pregunta si esa oveja lo mira a él.
Qponm alimenta uno por uno treinta conejos.
Qponm vuelve trayendo, escondida en su mano, una flor, no otra pera.
Qponm corre, baila, da saltitos, y se mueve entre medio de los bichos y las plantas como si hubiera vivido allí siempre.

Qponm llega dando saltos como si estuviera en la luna, se me sube a upa y, mirando el mismo pedazo de cielo que yo, da por sentado que nos vamos a quedar a dormir alli. Le digo que no, pero que no se preocupe que falta poco para que tengamos un lugar propio mientras deseo con todas mis fuerzas que ese momento se prolongue lo mas posible porque estoy nadando con mi hijo, porque él está grande e independiente, porque tiene un trato con la gente que es divertido para él y para el otro, porque esta vez ha sido Odessa, con su estampa del siglo XIX, la que me ha llevado un lugar donde otra vez nos reciben con los brazos abiertos, porque los dueños de la quinta han jugado naturalmente a los abuelos con Qponm y eso es algo que a él le hace muy bien, porque estoy lejos, en medio del campo, sin abogados, metido hasta el cuello en una pileta, a las cinco de la tarde de un día que ha sido casi perfecto.

Qponm dice:

Por qué hay que ponerse las sandalias al revés?

Para pisar la calle un poquito.

Wednesday, January 10, 2007

Schlomo y el señor Narrow

Buenos Aires, 9 de enero de 2007

Sres. Reyes Magos:

Me dirijo a Uds., por intermedio del señor Salomón, con el fin de hacer un pedido un tanto particular. Mi hijo, Qponm, no ha podido dejar los zapatos el día que Uds. suelen pasar todos los años, por razones de índole familiar, y nos encontramos frente al siguiente problema, se resiste a que desarmemos el árbol hasta que Uds. pasen. Tengan en cuenta, por un lado, que el niño aún tiene tres años y no tiene una idea muy precisa del calendario y, por otro, que de no concurrir Uds. por su casa nos veríamos obligados a tener armado el árbol hasta el año que viene con los obvios perjuicios que eso acarrearía a nuestra reputación. La gente se fija en esas cosas, y no quisiera negarle a mi hijo las visitas u obligarlo a desarmar el árbol sin que el ritual de su pasada se haya realizado.
Espero tengan en cuenta que ningún integrante de mi familia ha vuelto a tener problemas con Uds.

Agradeciéndoles desde ya, saluda atte,

Nanook


Esta es la carta que tendría que haberle escrito a los reyes magos el día en que Qponm me planteó el dilema. Su contestación había sido tan terminante que no me animé a contradecirlo sabiendo, incluso, que tenia razón. Así que después de meditarlo un rato me dirigí a lo de Salomón (Schlomo, en el barrio) para ver si él podía encontrar la famosa cueva de piratas que el gurrumín había visto unos días antes y que se había vendido.
Schlomo me dio su palabra, por lo menos tres veces, de que movió cielo y tierra buscando Saga of Pirates (así se llamaba en juguete en cuestión) por todo once y sus aledaños mientras yo hablaba seriamente con Qponm. Era hora de ponerlo al tanto de los pasados conflictos de mi familia con los Reyes.
Hubo dos años en los que mi hermano libro una batalla, en la que perdía estrepitosamente y que amenazó con tener una escala de proporciones desmesuradas antes de, finalmente, detenerse. El primer año, mi hermano dejó sus zapatillas junto con las de su hijo, con la estúpida ilusión de ligar algo. No solo no ligó nada sino que descubrió que a la mañana siguiente a su zapatilla le faltaba un pedazo del tamaño de la boca de una camello. Pedazo que constituía casi la mitad de la zapatilla. De una de las zapatillas que había usado hasta la noche anterior.
Al año siguiente decidió que de ninguna manera iba a pasar reyes solo con su hijo sino que se trasladó hasta la casa de mis padres, en la costa, donde estaban alojados también, una hermana con su marido y sus tres hijas. A la mañana siguiente amanecieron los hombres vestidos con los camisones de la mujeres y éstas con los pijamas de los hombres. La cara de los chicos en las fotos era de diversión absoluta, pero no recuerdo que mi hermano haya tenido un gesto mas furioso que ese en su vida. Yo ya empezaba a temer que al año siguiente los esperara armado durante toda la noche. Se sabe que pasa con la gente que toma esas actitudes y ya veía a mi hermano convertido en una tostadora eléctrica o algún otro objeto absurdo por el estilo. No se pelea así nomás contra gente que posee el don de la magia.
No paso mas nada. Pero al momento de sentarme a escribir se me cruzó por la cabeza la idea de que los Reyes Magos podían reconocer mi apellido, recordar esos episodios y, sabiendo lo impredecibles que pueden ser, burlarse de mi perjudicando indirectamente a Qponm. Por eso agregué el parrafo.
En fin, era un riesgo que había que correr. Se lo puse en claro al niño para que, en el caso de encontrarse con algún tipo de sorpresa, supiera por que lado venía. También le hable de Schlomo y de su contactos con los Reyes y del tiempo que había pasado entre el día que habían venido para los otros chicos y que este era un pedido especial y.... . Igualmente juntamos pasto, pusimos agua y nos dormimos temprano.

Yo me desperté mas temprano, pero no me atreví a mirar. Me pasaba cuando era chico también. Cuando Qponm se despertó y vió todo el pasto desordenado y el tacho de agua dado vuelta pensó que el perro había hecho uno de sus clásicos desastres y que los camellos no habían podido comer y se puso a ordenar el pasto de nuevo hasta que descubrió el regalo. Tantas habían sido mis recomendaciones que temió lo peor. El mediodía nos sorprendió gritando:
- Sr. Narrow!
- Si, capitán!
Mientras llevabamos tesoros entre la cueva y el barco una y otra vez.


Hubo solo un pequeño problema. En la cabeza de Qponm el pasto desparramado y el que originalmente habíamos puesto es para él la misma cantidad. Sospecho que sigue creyendo que los camellos no comieron el pasto y se pregunta, para sí, por qué

Sunday, January 07, 2007

Dos tiempos

- Cuando yo era chico no existian los cartones.
- Ah, no?
- No, sólo habia gente en su casa, gente en su casa, todo el tiempo.

Una casa

- Armamos una casa de Jay Jay muy grande?
- Qué tan grande?
- Muuuy, muuuy, grande, muuuy alta. Para entrar.
- Ok.
- Necesitamos cartones.
- Si?. Yo creo que sería mejor armarla de madera.
- No, de madera no. De cartón. Acá hay cartón (señala una caja)
- Pero .. eso no va a alcanzar... necesitamos cartón muy gradnde para hacer una casa de Jay Jay muy grande.
- Si, y amarilla. Con alas de avion y números (letras). Y tiene que tener una pieza, un baño con muuchas cosas... El baño de Jay Jay tiene muuuchas cosas. Y un ascensor.

Thursday, January 04, 2007

No quiero visitar a Mami


A veces me pregunto si las cosas que ocurren con una lógica similar deberían contarse de la misma forma. Lo cierto es que no soy de rendirme fácilmente, sobre todo cuando están en juego mis afectos. Y no lo digo solo por mi hijo. Quien conozca algo de mi historia sabe de lo que hablo.

Habíamos estado hablando de ir a la casa de la abuela desde hacia una semana, cuando el hermano y la madre de Qponm se fueron a Uruguay a pasar fin de año. Pero el viernes a la noche una andanada de trabajo nos obligó a posponer el viaje para el sábado. Y el sábado el muchacho se resistió a dormir la siesta y, habiendo dormido solo cuatro horas en la noche del viernes, pospuse el viaje otra vez para el domingo a la mañana. Que no pudo ser muy temprano porque Qponm se despertó a las dos y a las cinco. Ahí fue que lo miré y le explique con el tono de padre que solo me sale a veces, cuando no hay otra opción, que hay un tiempo para dormir y otro para estar despiertos.
Dormimos hasta las diez y nos despertamos listos para emprender el viaje. Mi auto tiene quince años, no tiene aire, una suspensión de los 70's y hay que subir la volumen del stereo a medida que uno aumenta la velocidad por el sonido que hace el motor. Por eso los viajes son mas largos de lo normal. Y porque paramos a merendar y a jugar un rato, paramos si hay vacas cerca y paramos para hacer pis cada vez que tenemos ganas.
O sea que diez y media, aunque fuera 31 de diciembre no era salir con mucho tiempo. Era llegar a las cinco a la playa. Lo que paso esta vez fue que pinchamos un neumático sin salir siquiera de la ciudad Y lo que para Qponm era el inicio de una nueva aventura para mi era el comienzo de la desesperación.
- Gordo, pinchamos.
- Otra vez?
- Aha. - Habíamos pinchado en la 56 hacia poco mas de un mes.
- Quiero verlo.
- Ok.
Lo que hubo para ver eran los empleados de la Shell diciéndome que no había una gomería cerca mientras Qponm me susurraba al oído que les dijera que habíamos pinchado una rueda, un camión color del de los bomberos pero con luces de policía que nos levantó el auto mientras ambos coreabamos WOOOOWW, el largo trayecto de vuelta a casa pasando por todas las gomerías que recordaba y que estaban todas cerradas y la entrada a la casa tres horas después de haber salido, sintiéndonos derrotados.
Podía haber suspendido el viaje y no la hubiéramos pasado mal aquí. Pero pensar en la playa nos hacia otro efecto, así que embestí sobre las paginas amarillas mientras C. buscaba desde su casa en internet alguna gomería abierta y yo me preguntaba quien carajo tendría esas camionetas que te vienen y te arreglan las cubiertas a domicilio. Qponm y yo solos, tenemos movimientos limitados y no íbamos a salir a las 3 de la tarde a recorrer la ciudad en taxi sin saber en donde buscar. C. encontró la respuesta: el Automóvil Club.
Si, conversación con operadora mediante, me hice socio de Automóvil Club por teléfono y vino la dichosa gomería móvil tan solo en 45 minutos. Mi limite para salir eran las 4 de la tarde. exactamente a esa hora yo miraba mi cubierta nuevamente inflada, sana, rebosante de salud diría yo.
A las 5 salimos a la ruta y aunque el auto no andaba bien, nos atacó una nube de mosquitos asesinos y perdí mi celular en la batalla, llegamos a tiempo para cenar, brindar y ver los cientos de fuegos artificiales que explotaban en el cielo a nuestro alrededor.

El resto es la fantástica historia conocida. Correr en la playa, jugar hasta quedar exhaustos, empaparnos corriendo olas (esta vez Qponm probó un barrenador con bastante éxito) y caer dormidos temprano con lo puesto. Aún veo su cara, la gorra NIke igual a la mía, pero distinta, ladeada, los rulos colgando empapados, aferrado al barrenador, muerto de risa gritando:
- Ocla vez! Ocla vez!

No pudimos volver ese día. Suele suceder. No estoy tan loco como para manejar de noche y con granizo solo con Qponm en el auto. Cuando llegamos al día siguiente Qponm no quería volver a la casa, me indicaba caminos alternativos, me sugería parar y caminar para allá, para allá, para allá. Le explique que la madre lo estaba esperando en la casa. No creo que tuviera idea de lo que significaba la frase. Simplemente la dijo como le salió. Yo traté de mantener la calma, lo solté del cinturón de seguridad y nos abrazamos mientras le explicaba que él necesitaba una madre y que eso no significaba que yo no iba a estar siempre, aunque tuviéramos que separarnos a veces un rato. Le hice un chiste y se rió. Buena señal. Al día siguiente me abrazó y me dijo que me quería mucho. Su siempre es otro siempre que el nuestro.

Chau, puto. (posted by El Pepino Peronista)

Hace unos días pasé un rato de la tarde con Nanook y Qponm. Ese niño tiene la virtud de poner en perspectiva muchas de las cosas que solemos pasar por alto (cuando no nos empeñamos en negarlas terminante y obstinadamente).
No puedo dejar de apenarme por el irremontable cúmulo de circunstancias que han llevado a que la situación actual deje fuera del mapa – para siempre, en lo que a mí respecta – a la madre de Qponm. El dolor siempre es algo que se digiere lento y mal.

En un momento empezamos a jugar Qponm, su padre y yo, a que él se escondía de nosotros tapándose con una colcha y quería que hiciéramos de cuenta que se había ido.

Yo lo acicateaba diciendo que entonces, ya que él no estaba más con nosotros, iba a aprovechar para llevarme prestados sus juguetes y sus DVD’s de películas. Qponm se reía y aparecía desde debajo de la colcha gritando “nahhhhhh” y riéndose a carcajadas.

Mientras su papá trataba de trabajar él me contaba las obras de teatro que había visto últimamente, mostrándome las postales promocionales que sacaba una a una del bolso de su padre.

- Y esta te gustó?

- Si.

- Y esta?

- No.

- Porqué no?

- Había una mala que se comía al pájaro.

- No te gustó porque había una mala?

- No

- Entonces?

- No me gustó.

Es así. Los chicos no tienen muchas vueltas. Cuando algo decididamente no cumple con sus expectativas, no pierden el tiempo preguntándose el porqué.

Al despedirme, Nanook me advierte que el crío lleva algunos días puteando a mansalva (aprendió a decir “pelotuda/o” y demás beldades).

En la puerta le doy un beso, y le digo “chau loco”.

A lo cual él me responde, muerto de risa – luego de devolverme el beso y encajarme a la vez una cachetada - : “chau, puto!”

Yo me alejo, pensando en el hijo que no tengo.


(Para los que se perdieron, PP publico este post en su blog, se lo pedí siguiendo la linea del razonamiento de Angus que sostiene que Qponm leera esto algún dia)